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librerya de capitulos de Lyzz Anderland

jueves, octubre 25, 2012

Un Adiós en un sueño (One-Shot)


Un Adiós en un Sueño
De “Rosas en el viento

Todos miraban con pena a Isabella, la pobre chica que estaba inconsolable desde aquel día en que su amiga había desaparecido. Nadie sabía nada de ella, pero como no había ni un solo indicio del caso, a pesar de tener pocos días, la mayoría ya la daba por pérdida. Aun asi Isa no se resignaba, ella aun quería encontrar a su amiga, y esa deprimente forma en la que estaba demostraba que sufría por no lograrlo.

Todos en la universidad ya sabían que hace unos días Kelina había desaparecido sin dejar rastro. Su auto había sido hallado en la casa de sus padres, pero nadie entendía donde estaba. La buscaban tanto en la ciudad como en su lugar natal, pero no había indicios de nada, simplemente, Kelina ya no estaba.
Isa, además de sus padres, parecía la más afectada. Estaba completamente desconsolada, su amiga, su mejor amiga. Nadie sabía nada de ella, solo desapareció, y eso solo creaba más desesperación en ella.
De lejos vieron a otro más en su intento por animarla, pero sabían que había nulas posibilidades de que funcionara.

— Hola Isa — la saludo un chico de cabello negro muy amablemente, seguramente con esperanzas de levantarle aunque sea un poco el ánimo.

— Hola Troy —le correspondió con desgano. Definitivamente, hoy no estaba de humor, solo había tristeza.

— Sigues mal? —le pregunto triste.

— Claro que sigo mal, Kelina no aparece — le respondió lo “obvio” para ella, con mucha desolación.
El no se dio por vencido.

— Oye, unos chicos… — y Isa lo paro en su intento de invitación.

— Ya me voy Troy, debo ir a clases, adiós — se despidió usando un tono muy serio. Para cualquiera que no la conociera hubiera estado bien, pero Isa siempre era alegre y positiva, siempre hablando y riendo, no parecía ella.

Lo dejo con la palabra en la boca y siguió su camino a dentro del edificio.

Ese chico, igual que el resto había fallado.

Isa no podía concentrarse en nada, solo pensaba en su amiga. ¿En dónde estaba Kelina?, ¿Por qué razón había desaparecido?, ¿Por qué aun no la encontraban? Las clases eran un fastidio para ella, no podía hacer nada bien ahí, y al mismo tiempo le hartaba “seguir con su vida” sin que Kelina apareciera. Su amiga tenía que está en alguna parte, pero ¿dónde?

— Señorita Keller — oyó una voz distante — señorita Keller —volvió a oír la misma voz con tono molesto y noto que le hablaban a ella.

Volteo su rostro hacia arriba para encontrarse con la mirada furiosa de su profesora. No importaba, hoy no tenía ganas de nada, ni siquiera de ser buena alumna.

— Si, maestra? —

Ponga atención o la sacare del salón — la amenazo.

Eso fue como música para los oídos de ella.

— Bien — dijo y se levanto saliendo fuera de clase en la que no quería estar.

Isa salió fuera de la universidad con una molestia. Tenía jaqueca, pero era normal si habías estado la noche en vela sin poder dormir. Ella no podía dormir bien desde que su amiga no aparecía.
Tomo un taxi hasta su casa, aquella que compartía con Kelina y sustentaba con ayuda de sus padres. Entro con desgano y solo pensó en una cosa. Olvidarse de todo porque nada le interesaba, no en esos momentos.

Llego hasta su sofá y ahí se quedo un largo tiempo, viendo la televisión o tratando de dormir, lo que sea menos concentrarse en sus responsabilidades, solo intentando olvidar.
Con frustración se levanto después de recordar que no había revisado su contestadora, si no les llamaba, iban a pensar que pudo morir, y vendrían, Isa no quería eso.

Y justo cuando llegaba al teléfono como si su madre fuer telepata este comenzó a sonar con una llamada entrante de ella.

Tomo en aparato y con mucho desgano contesto.
— Hola mama —

Hola hija, ¿Cómo estás?

Isabella frunció el seño, ya estaba harta de que la trataran igual.
— Bien —

¿Ya estas mejor? —si no fuera su madre le hubiera aclarado que era un pregunta estúpida, pero quizás era el mal humor el que hablaba por ella.

— No mama, aun quiero que aparezca Kelina — se quejo. A ella supuestamente también le agradaba Kelina, ¿Por qué se comportaba asi?

Yo sé, pero…

— ¿pero? —

Has estado muy decaída desde su desaparición y ya no quieres nada, te hace mal estar asi, se que la extrañas pero debes pensar en ti

— Si, si, adiós mama — le colgó antes de que pudiera replicar.

Vio haber si había otro mensaje ahí. Había uno, de los padres de Kelina.

Hola, Isabella, pasamos a decirte que hicieron una búsqueda por el bosque que antes tanto le gustaba a Kelina y sus alrededores, quizás tengamos buenas noticias, mañana el oficial Maters y nosotros vendremos a informarte sobre los avances de la búsqueda — fue el mensaje que dejaron los padres de Kelina. Por el tono de su voz, ellos también parecían algo decaídos, pero se mantenían fuertes gracias a las esperanzas.

Isabella bajo la cabeza triste, solo quería encontrar a Kelina.


Ignoro a todo el mundo, como ya le era costumbre desde que su amiga no estaba. Sus amigas no importaban, ella no quería salir a pasear justo ahora, cuando su amiga no aparecía, era irritante que creyeran que ella podría estar bien si Kelina no estaba. Sus familiares también la fastidiaban y también los ignoraba. Las únicas personas que le interesaba ver eran, los padres de Kelina, y algún oficial que pudiera darle razones de su paradero. Los demás, no interesaban.

Y asi se hizo tarde, todo el día se le paso volando y ella estuvo igual, cada día parecía consumirse más en sí misma, parecía una versión muy opuesta de la verdadera Isabella.

Esta vez decido acostarse temprano, solo para descansar de su día, que había sido horrible para ella. Aunque no esperaba soñar bien, solo tener al menos un poco de descanso.

Se acostó en su cama como siempre y no supo cuan cansada estaba hasta que estuvo entre sus sabanas. Cayó rendida a los sueños…


— Isabella — escucho una agradable voz — Isa — volvió a llamarla.

Esa voz, esa voz…

— Isa, no estés asi —

Esa voz, era de Kelina.

— No te preocupes, estoy bien — su voz tranquilizadora le daba paz — no volveré pero estoy bien, donde estoy soy feliz, estaré bien.
Y eso fue lo último que escucho en su sueño.

Despertó sintiéndose extrañamente más tranquila, aunque había sido un sueño, se sentía mejor.
Al poco tiempo escucho que tocaban la puerta, seguramente eran los padres de Kelina y el oficial.
Bajo las escaleras y justo cuando estaba cercas de abrir se detuvo en la mesita junto a la pared, ahí había algo.

Miro con más detenimiento y noto que era un pequeño papel. Lo tomo y leyó la simple frase sin firma en el.
“Estoy bien”.

Isa casi lloro pero se controlo. Esa letra, podría decir que era la de Kelina, pero no estaba escrita muy personal. La letra de su amiga se parecía a muchas, sin embargo, sin tener alguna lógica, Isabella supo que su amiga se había despedido de ella y estaba bien.

Calmada, o fingiendo estarlo, abrió la puerta para encontrarse con los rostros deprimidos de los tres adultos. No tenían noticias, supuso.
— Isabella… — la mama de Kelina no supo continuar.

— Nos dejaron una nota — eso sorprendió a Isa por un segundo pero luego sonrió levemente, seguramente ellos no habían soñado, hubiera sido demasiado, pero al menos también se despidió.
— ¿A si? — isa intento sonar sorprendida.

— Si, decía que estaba bien pero no a buscáramos — sollozo la madre de Kelina, aun asi, se notaba que al menos le calmaba un poco la angustia saber de su hija.
— ¿crees que pueda sernos de ayuda?, ¿a ti también te mando una? — el padre de Kelina sonó ansioso pero isa solo negó con la cabeza.

— No se alarme señor, quizás solo sea un engaño, recuerde que muchos saben lo que ocurrió con su hija y hay gente maliciosa que no se tienta en corazón para lastimar a las personas…

— Yo creo que ella está bien — Isabella los interrumpió.

— ¿Por qué lo crees Isabella? — le pregunto la mama de su amiga.

— Porque hay que creerlo — replico — no pueden solo pensar que Kelina está completamente mal, tiene que tener fe en que está bien, ¿y porque esa nota no puede ser de ella? — los contradijo — yo voy a creer que ella está bien — se prometió.

Los padres de su amigo la miraron anonadados, sabían que era una locura, pero ellos también habían deseado creer desde que había aparecido esa pequeña nota.

“Estoy bien, no volveré, no me busquen, pero les aseguro, estaré bien
K.”

— Isabella, creo que nosotros, también confiaremos, nuestra Kelina, en algún lugar está bien — sonrió el padre de ella.

Al irse ella volvió a mirar la nota.

Si, ella estaba bien. Ambas lo estaban ahora.

FIN.


One-shot de Cristal Rosenberg “Blue Rose”
~ Un adiós en un sueño ~

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