Recién despertaba y miren con lo que me hayo, nada, aburrimiento total,
cero ganas de ir a la escuela, no me sorprende, es lunes, y está nublado y…oh
vamos, a cualquiera le aburre el lunes, pero aun asi me levante, no quería pero
ni modo, ash, que flojera. No era precisamente la peor estudiante existente
pero aun asi, este día me caía mal, no entendía porque pero asi era, era abril,
que tiene de malo abril, nada pero aun asi por alguna razón, tenía algo contra
el mes, bueno, en el fondo y no sé por qué razón
yo tenía la clara idea de que
Abril era el mes de lo extraño…
Eso fue lo que escribí
en mi diario el año pasado en el inicio de abril y no fue tan normal que
digamos, maldito mes, hoy tenia la misma rara sensación que en ese entonces, no
me gustaba sentir el día anormal, si era abril, nunca era bueno…para mí.
Que silencio y paz
había, asi se sentía cuando mi abril iba a ser raro, pero no me gustaba
sugestionarme aunque por otro lado, ese presentimiento no mentía, abril nunca
era normal, cuando iba acompañado de mi. ¿Tendría alguna rara maldición y nadie
me lo habría dicho?, no, creo que eso no, pero aun asi, esto era demasiado
confuso.
Ya que, ignoraría la sensación, justo como siempre, pero quizás ese era
el problema, abril se molestaba conmigo por no tomarlo enserio, ¡oh, mírenme!,
ya estaba diciendo estupideces, nunca fui supersticiosa pero abril me cambiaba.
Mi nombre es Michelle, soy una chica de preparatoria, rubia
oscura, de largo y ondulado cabello hasta la cadera y ojos marrones, con la
piel blanca. Recién me hayo lista para salir de mi casa hacia la escuela, de
hecho, ya cruce la puerta.